En 1969
se produjo la “Guerra de las 100 horas” con la invasión del sur de Honduras por el Ejército y la Aviación salvadoreña. Este conflicto tenía su origen en la década de 1920, cuando miles de salvadoreños emigraron a Honduras en busca de mejorar sus condiciones de vida. A finales de la década de 1960, el gobierno hondureño estaba bajo presión de organizaciones populares demandando una reforma agraria. A la comunidad salvadoreña, que sobrepasaba los 3,000, le fueron confiscados negocios y propiedades. Esto generó un clima de violencia contra los salvadoreños, con la aprobación del gobierno de turno de López Arellano. El Salvador tomó acción y el 14 de julio de 1969 invadió Honduras. Las Fuerzas Armadas de El Salvador, comandadas por el general José Alberto “El Chele” Medrano, capturaron 1650 km² de territorio hondureño, entre ellos Nueva Ocotepeque
, territorio que fue restituido en agosto de ese mismo año. Fuentes estiman que en esta guerra murieron más de 2.000 personas. La guerra fue etiquetada erróneamente por periodistas extranjeros como la "Guerra del futbol", pues su inicio coincidió con una escaramuza generada entre los hinchas de las selecciones de ambos países después del tercer encuentro del campeonato por la eliminación hacia la Copa del Mundo 1970.
Durante la década de los 1970, la situación política que desembocó en la guerra civil comenzó a configurarse. En abril de 1970, una corriente interna del Partido Comunista Salvadoreño se separó para formar las Fuerzas Populares de Liberacion "Farabundo Marti"(FPL). En 1971, "el Grupo" una organización de jóvenes universitarios, antecedente del Ejército Revolucionario del Pueblo, secuestraron y asesinaron al empresario Ernesto Regalado Dueñas, miembro de una de las más poderosas familias terratenientes del país.
En la elección presidencial de 1972, los opositores a la dictadura militar, principalmente el Dr. Guillermo Manuel Ungo, dirigente del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y el Dr. Francisco Lima del partido Unión Democrática Nacionalista (UDN), se unieron al Ing. Jose Napoleon Duarte , líder del Partido Democrata Cristiano (PDC), en la alianza conocida como Unión Nacional Opositora (UNO). Muchos historiadores consideran que el movimiento reformista de Duarte ganó las elecciones, pero los militares proclamaron el triunfo del coronel Arturo Armando Molina, del Partido Conciliación Nacional (PCN). Las protestas subsecuentes y un intento de golpe de estado fueron aplastados y Duarte obligado a exiliarse en Venezuela.
La UNO se mantuvo unida y procedió a participar en las próximas elecciones de 1977. Esta vez llevó al Coronel Ernesto Claramount como candidato presidencial. Muchos historiadores consideran que nuevamente, la UNO ganó las elecciones, pero los militares volvieron a colocar al candidato pecenista, esta vez, el general Carlos Humberto Romero . Cuando los acontecimientos electorales terminaron con la esperanza de la reforma por medios democráticos, la situación persuadió a algunos grupos opuestos al gobierno para armarse.
En ésta época, surgieron más grupos armados como el ERP, y la Resistencia Nacional (FARN). Esta
conexiones directas con los militares como la Unión Guerrera Blanca (UGB), el Ejército Secreto Anticomunista (ESA), las Fuerzas Armadas de Liberación Anticomunista – Guerra de Eliminación – (FALANGE), y la Organización para la Liberación del Comunismo (OLC).
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