
Con la agudización de la crisis económica mundial de 1929 los precios del café sufrieron una fuerte decaída. Las haciendas cafetaleras disminuyeron la producción, generando desempleo masivo y empobrecimiento del campesino. La crisis y la cercanía a las elecciones presidenciales dio pie a que los afectados buscaran canales de expresión incitando a la movilización y a la organización popular. Arturo Araujo, accede al poder en 1931 por medio de las únicas elecciones libres que haya conocido el país.17 La crisis mundial y el descontento social al no ser cumplidas las demandas, fueron aprovechados por el grupo dominante más conservador para manipular. Un golpe militar lo destituyó y su lugar fue ocupado por el general Maximiliano Hernández Martínez que dura trece años. "Con él comienza una de las dictaduras más violentas que América Latina haya conocido y desde entonces los gobiernos militares se han sucedido hasta nuestros días."18 El desbordamiento popular en 1932 hubo debido a la cancelación de la segunda ronda electoral, en las que participa el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) provocó un desbordamiento popular. Obreros, campesinos, artesanos, estudiantes y profesionales se levantaron en armas para exigir el derrocamiento de la dictadura y mejores condiciones de vida. La insurrección fue brutalmente reprimida por la Guardia Nacional y por las organizaciones de la burguesía cafetalera llamadas Guardias Cívicas. Farabundo Martí, primer secretario general del PCS, es fusilado y se calcula que junto con él aproximadamente entre 30 a 40 mil campesinos sufrieron el mismo destino.
A partir de la masacre la represión aumentó; las organizaciones democráticas fueron destruidas casi en su totalidad, los partidos políticos fueron declarados ilegales, los canales de expresión clausurados, el movimiento de la población controlada mediante las "Cédulas de Defensa Patriótica Nacional". Además se crearon instancias represivas para "guardar" y vigilar el orden público, sellando así un pacto entre la oligarquía y la estructura militar. Las luchas del poder vinculadas directamente a los proyectos políticos se realizaron dentro del aparato de gobierno. Desde 1932 el aparato militar se instauró en el poder y las fuerzas armadas se fueron profesionalizando. Este periodo marcó también el inicio de la descomposición del grupo en el poder repartido entre dos sectores: los militares y la oligarquía cafetalera. La perspectiva de la oligarquía más conservadora estaba dirigida hacia el interior del país, se orientaba en mantener un capitalismo agrario basado en el control de la propiedad de la tierra. La otra tendencia se inclinaba de manera más favorable hacia los vínculos económicos militares fuera del país.20 Los conflictos dentro del ejército se repartieron entre la parte militar más conservadora y entre los jóvenes militares "rebeldes" que apoyaban ciertos cambios sociales bajo la dirección de las fuerzas armadas.21 Para impedir la reelección por tercera vez de Hernández Martínez un grupo de militares, representantes de los grupos medios y una fracción de la burguesía industrial, pactaron una alianza para sublevarse contra su gobierno. La sublevación cívico-militar del 2 de abril de 1944 fue controlada y algunos de sus principales dirigentes fueron fusilados. Seguido a este acto, grupos de estudiantes, obreros, artesanos y con el apoyo del sector terrateniente sostuvieron una huelga general de brazos caídos logrando paralizar casi todo el país y destituir a Hernández Martínez del mando el 7 de mayo de 1948. Los gobiernos que se sucedieron fueron impuestos por golpes militares o por fraudes electorales dando pie a una fase de lucha partidista en el poder. Asimismo se inicia la fase del desarrollo económico por parte de la burguesía industrial.
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