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sábado, 2 de julio de 2016







Guerra de las 100 horas (El salvador y Honduras)

En 1969 se produjo la “Guerra de las 100 horas” con la invasión del sur de Honduras por el Ejército y la Aviación salvadoreña. Este conflicto tenía su origen en la década de 1920, cuando miles de salvadoreños emigraron a Honduras en busca de mejorar sus condiciones de vida. A finales de la década de 1960, el gobierno hondureño estaba bajo presión de organizaciones populares demandando una reforma agraria. A la comunidad salvadoreña, que sobrepasaba los 3,000, le fueron confiscados negocios y propiedades. Esto generó un clima de violencia contra los salvadoreños, con la aprobación del gobierno de turno de López Arellano. El Salvador tomó acción y el 14 de julio de 1969 invadió Honduras. Las Fuerzas Armadas de El Salvador, comandadas por el general José Alberto “El Chele” Medrano, capturaron 1650 km² de territorio hondureño, entre ellos Nueva Ocotepeque, territorio que fue restituido en agosto de ese mismo año. Fuentes estiman que en esta guerra murieron más de 2.000 personas. La guerra fue etiquetada erróneamente por periodistas extranjeros como la "Guerra del futbol", pues su inicio coincidió con una escaramuza generada entre los hinchas de las selecciones de ambos países después del tercer encuentro del campeonato por la eliminación hacia la Copa del Mundo 1970.
Durante la década de los 1970, la situación política que desembocó en la guerra civil comenzó a configurarse. En abril de 1970, una corriente interna del Partido Comunista Salvadoreño se separó para formar las Fuerzas Populares  de Liberacion "Farabundo Marti"(FPL). En 1971, "el Grupo" una organización de jóvenes universitarios, antecedente del Ejército Revolucionario del Pueblo, secuestraron y asesinaron al empresario Ernesto Regalado Dueñas, miembro de una de las más poderosas familias terratenientes del país.
En la elección presidencial de 1972, los opositores a la dictadura militar, principalmente el Dr. Guillermo Manuel Ungo, dirigente del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y el Dr. Francisco Lima del partido Unión Democrática Nacionalista (UDN), se unieron al Ing. Jose Napoleon Duarte , líder del Partido Democrata Cristiano  (PDC), en la alianza conocida como Unión Nacional Opositora (UNO). Muchos historiadores consideran que el movimiento reformista de Duarte ganó las elecciones, pero los militares proclamaron el triunfo del coronel Arturo Armando Molina, del Partido Conciliación Nacional (PCN). Las protestas subsecuentes y un intento de golpe de estado fueron aplastados y Duarte obligado a exiliarse en Venezuela.
La UNO se mantuvo unida y procedió a participar en las próximas elecciones de 1977. Esta vez llevó al Coronel Ernesto Claramount como candidato presidencial. Muchos historiadores consideran que nuevamente, la UNO ganó las elecciones, pero los militares volvieron a colocar al candidato pecenista, esta vez, el general Carlos Humberto Romero . Cuando los acontecimientos electorales terminaron con la esperanza de la reforma por medios democráticos, la situación persuadió a algunos grupos opuestos al gobierno para armarse.
En ésta época, surgieron más grupos armados como el ERP, y la Resistencia Nacional  (FARN). Esta
conexiones directas con los militares como la Unión Guerrera Blanca (UGB), el Ejército Secreto Anticomunista (ESA), las Fuerzas Armadas de Liberación Anticomunista – Guerra de Eliminación – (FALANGE), y la Organización para la Liberación del Comunismo (OLC).

La dictadura de Martínez (1931-1944)

Apenas había asumido el poder el general Maximiliano Hernández Martínez, cuando en enero de 1932, el PCS participó en una insurreccion popular junto a grupos indígenas y campesinos del occidente del país. Los planes de dicha insurrección fueron conocidos por el gobierno, y Farabundo Martí y otros líderes del PCS fueron arrestados antes de la misma. Los alzados lograron apoderarse de las ciudades de Juayua, Nahuizalco, Izalco, Sonzacate, Tacuba y Salcoatitan, en donde atacaron a las familias terratenientes. Posteriormente, la insurrección, fue aplastada sangrientamente por la dictadura de Martínez. El número de víctimas civiles de la represión militar ha sido debatido por los historiadores; algunos hablan de 10,000 muertos; otros elevan la cifra a entre 20,000 y 30,000 muertos.Farabundo Martí y los otros líderes del PCS fueron fusilados el 1 de febrero. También fue ejecutado Feliciano Ama, cacique de los indígenas Izalcos y Francisco Sánchez, líder campesino de Juayúa.Aunque el PCS se inspiró en el triunfo de la Revolucion Bolchevique en 1917 para organizar la insurrección de 1932, en realidad el Partido estaba conformado por un núcleo pequeño de intelectuales y estudiantes universitarios y tuvo un rol muy limitado en la insurrección. Las masas que participaron en la insurrección fueron mayoritariamente indígenas. Esto es muy importante indicarlo, ya que la insurrección de 1932 es reconocida por varios sociólogos e historiadores salvadoreños como la continuidad de la lucha de resistencia indígena iniciada por el indígena Anastacio Aquino, cacique de los Nonualcos. Entonces ocurrió que varios procesos históricos confluyeron y chocaron en El Salvador a partir de 1932: la dictadura oligarca de las grandes familias cafetaleras, la resistencia indígena salvadoreña, y la Segunda Guerra Mundial, en la que el país acabó alineándose con los Aliados principalmente por motivos económicos. Luego de la sangrienta represión considerada por muchos historiadores como un etnocidio, se produjo una progresiva desaparición de las costumbres indígenas.
Vencida la insurrección, el general Martínez consolidó su gobierno e inauguró lo que más tarde sería conocido como la Dictadura Militar de corte Facista. Martínez aprobó una serie de medidas económicas para afrontar la crisis que vivía el país ante la caída de los precios del café, entre ellas la condonación de las deudas a los hacendados cafetaleros y la creación del Banco Hipotecario, entidad financiera estatal que concedió créditos a los terratenientes. Martínez fue derrocado en 1944 luego de una paralización social en todo el país conocida como la "Huelga de Brazos Caídos", pero el Ejército y la oligarquía retomaron el poder.
Después del derrocamiento del dictador, ocupó el gobierno el general Andres Ignacio Menendez, el cual al intentar hacer elecciones libres, fue derrocado el 21 de octubre de 1944. Asumió la presidencia el coronel Osmin Aguirre y Salinas, que convocó elecciones presidenciales en 1945. La oposición afirmó la victoria de su candidato Miguel Tomás Molina, pero los militares proclamaron el triunfo del general Salvador Castaneda Castro
Entre 1945 y 1948, el breve gobierno de Castaneda Castro, continuó muchas de las políticas del gobierno dictatorial de Martínez



La Guerra Civil (1980-1992)

El 15 de octubre de 1979, un grupo de militares liderados por el coronel Adolfo Majano expulsó al general Carlos Humberto Romero y formó una Junta Revolucionaria de Gobierno  tras anunciar la Proclama de la Fuerza Armada. La Junta cayó tres meses después que el coronel Jaime Abdul Gutiérrez y el coronel Guillermo García, Ministro de Defensa, controlarán la transición política.
El año 1980 fue muy determinante para el inicio de la guerra civil en El Salvador, dada la serie de eventos represivos por parte del Estado y organizaciones paramilitares, replicados por acciones violentas de las organizaciones guerrilleras.
En febrero, el mayorRoberto d'Aubuisson, ex Jefe de la sección política del Departamento de Inteligencia (G-2) de la Guardia Nacional y director de la ANSESAL, una agencia de inteligencia del Ejército, apareció en la televisión vinculando a un grupo de demócratacristianos con las organizaciones revolucionarias. Como resultado de esta acción, según fuentes del PDC, fue asesinado el procurador general de la República, el Dr. Mario Zamora Rivas. En marzo el Partido Comunista Salvadoreño funda las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL. Se recomponen dos juntas más y a la tercera se integra Napoleón Duarte en marzo de 1980. Inmediatamente, Duarte puso en práctica un programa de gobierno diseñado por asesores de Estados Unidos con las siguientes reformas políticas: se implementó una reforma agraria, la nacionalización de la banca, del comercio exterior, y del procesamiento del café y el azúcar. Asimismo, Duarte decretó el estado de sitio  y la suspensión de las garantías constitucionales, que sería prorrogada sucesivamente hasta la firma de los acuerdonde paz.
El 24 de marzo fue asesinado el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero después de haberle exigido a Estados Unidos retirar su apoyo militar al régimen salvadoreño y ordenar a la misma Junta el cese de la represión. El mayor Roberto D’Aubuisson fue posteriormente imputado como organizador del crimen, pese a que nunca se le llevó a juicio 

Las fuerzas de las FLP, el Partido Comunista Salvadoreño y la FRAN se unificaron en la Direccion Revolucionaria Unificada, DRU, formada en mayo. Las corrientes de izquierda conformaron la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM), para luego formar el 18 de abril un abanico todavía más amplio de fuerzas sociales y políticas bajo el nombre de Frente democratico Revolucionario (FDR), cuyo director fue secuestrado y posteriormente asesinado en noviembre por un escuadrón de la muerte vinculado a la Policía de Hacienda.
En mayo, el mundo fue estremecido por la violenta masacre de más de 600 personas en el Rio Sumpul   ubicado en la frontera con Honduras. Este crimen fue llevado a cabo por fuerzas militares combinadas de El Salvador y Honduras. En el mismo mes de mayo, las fuerzas guerrilleras fundaron la Dirección Revolucionaria Unificada – Político Militar (DRU-PM), y el 10 de octubre, las mismas se organizaron bajo el nombre de Frente “Farabundo Martí” para la Liberación Nacional (FMLN); posteriormente en diciembre se une el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).
En el mes de diciembre, cuatro monjas estadounidenses fueron violadas y asesinadas por efectivos de la Guardia Nacional. Duarte es elegido presidente de la junta y el coronel Gutiérrez su vicepresidente. Al final de 1980, la iglesia contabilizó 28 miembros asesinados (incluyendo al Arzobispo) y 21 detenidos, además de acciones terroristas como 14 bombas, 41 ataques con ráfagas de ametralladora, 15 robos, y 33 tomas de iglesias.
El 19 de enero de 1981, el FMLN lanzó una ofenciba general y llamó a una insurrección a nivel nacional, la cual no tuvo éxito en la toma del poder, pero fue la acción de la guerra civil propiamente dicha. En mayo el mayor D’Aubuisson es capturado (y luego liberado) por intentar organizar un golpe de Estado contra Duarte.
En septiembre de 1981, la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), informó que un total de 32,000 civiles fueron asesinados por fuerzas gubernamentales o por escuadrones de la muerte vinculados al Ejército, desde que la primera junta asumió el poder en el país. Ese mismo mes, D’Aubuisson anuncia la fundación del partido Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, y posteriormente, su postulación como candidato presidencial.

Monumento a las víctimas de la Masacre del Mozote

Las Fuerzas Armadas salvadoreñas también se involucraron directamente en la represión indiscriminada, siendo el más notorio de estos incidentes la denominada Masacre de El Mozote  entre el 10 y el13 de diciembrede 1981 Durante una incursión del Batallón Atlacatl a esta localidad del departamento de Morazan fueron asesinados varios cientos de civiles, probablemente más de un millar, y muchos más huyeron a refugiarse a Honduras. Se calcula que la junta militar recibió 1.000 millones de dólares de Estados Unidos en concepto de ayuda militar para combatir la insurgencia.
Por otro lado, debe tomarse en cuenta que la guerrilla iniciaría hostilidades tales como secuestro y asecinato de empresarios y alcaldes, destrucción de infraestructura pública, enfrentamientos armados y destrucción de objetivos militares, repartición de propaganda y extorcion a empresarios. Dichas acciones se darían repetidamente durante toda la guerra civil, dando paso a casos muy sonados tales como la masacre de la Zona Rosa y el secuestro y posterior asesinato en los Planes de Renderos, del empresario Roberto Poma. Dada la gravedad de la guerra civil, la guerrilla cometió diversos crímenes, que si bien no se equipararon en volumen con los cometidos por las Fuerzas Armadas, no pueden dejarse sin tomar en cuenta.
El FDR se alió al FMLN, esta vez liderado por el Dr. Guillermo Maanuel Ungo, y plantearon el diálogo y la negociación para resolver el conflicto en forma pacífica. La alianza FMLN-FDR logró el reconocimiento como fuerza política representativa del país por parte de la comunidad internacional con la Declaración Franco-Mexicana en julio de 1981.
El 28 de marzo de 1982 fue elegida una nueva Asamblea Canstituyente. Durante los 20 meses siguientes, la asamblea constituyente desarrolló intensos debates en el proceso de redacción de la nueva Constitucion de la Republica, que fue finalmente promulgada el 15 de diciembre de 1983, entrando en vigencia cinco días después. Posteriormente,Alvaro Magaña a nombrado presidente provisional por la asamblea constituyente. Duarte ganó las elecciones presidenciales en 1984 ante D'Aubuisson de ARENA. Según el PDC y Duarte, D'Aubuisson y su partido de ARENA tenían lazos directos con los escuadrones de la muerte, el embajador estadounidense, Robert White, había descrito como “un asesino patológico” al fundador de ARENA
En 1984, Duarte realizó dos reuniones históricas de diálogo y negociación con la alianza FMLN-FDR, una en el pueblo de La Palma, Departamento de Chalatenango, y la segunda en Ayagualo, Departamento de La Libertad. Pero ninguna de estas reuniones dio solución al conflicto armado. En mayo de 1987, la alianza FMLN-FDR presentó su propuesta de paz de 18 puntos.
En 1989, el voto popular otorgó a Alfredo Cristiani de ARENA la elección presidencial. En abril de 1989, el FMLN presentó en Washinton su plataforma para negociar el fin de la guerra civil. El gobierno de Cristiani se reúne por primera vez con el FMLN en México en septiembre. El 11 de noviembre, siguiendo un plan estratégico que según algunos medios de prensa Fidel Castro conocía de antemano,el FMLN lanza su ofensiva militar llamada “Hasta el Tope”. La madrugada del día 16, una unidad del Ejército invade la Universidad Centroamericana  "Jose Simeon Cañas" y asesina a 6 sacerdotes jesuitas vinculados a la tecnologia de la liberacion: Ignacio Ellacuria , Ignacio Marti, Segundo Montes, Joaquín López y López, Armando Lopez Juan Ramon Moreno  y a dos de sus colaboradoras Elba y Celina Ramos.
La ofensiva montada por el FMLN dejó claro que no había posibilidades de una victoria militar de alguno de los bandos. Las negociaciones con ARENA continuaron con la firma del protocolo en GinebraSuiza, en abril de 1990, luego las delegaciones de ambas partes en conflicto suscriben en mayo el Acuerdo de Caracas con la mediación del representante personal del Secretario General de la ONUÁlvaro de Soto.
En diciembre de 1990 el FMLN lanza lo que sería la última ofensiva militar de carácter nacional y en la que se derriban los primeros aviones con misiles tierra-aire. Al establecerse una especie de equilibrio de fuerza, el gobierno de ARENA accede a la firma del Acuerdo de Nueva York el 31 de diciembre, y el 16 de enero de1992 las negociaciones terminaron con la firma de los Acuerdos de paz en el castillo de Chapultepec, en Mexico, poniendo fin a 12 años de conflicto interno. Al final de la guerra civil se contabilizó la muerte de más de 75,000 civiles salvadoreños y de alrededor de 9,000 desaparecidos.
A consecuencia de la firma de los Acuerdos de Paz, la Asamblea Legislativa aprobó el 23 de enero de 1992 la “Ley de Reconciliación Nacional”, la cual “concede amnistía a favor de todas las personas que hayan participado como autores inmediatos, mediatos o cómplices en la comisión de delitos políticos comunes conexos con éstos y en delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de veinte, antes de el 1º de enero de 1992, exceptuándose, en todo caso, el delito común de secuestro” (art. 1);57 así como también excluye de sus beneficios a “las personas que, según el informe de la Comisión de la Verdad, hubieren participado en graves hechos de violencia ocurridos desde el 1º de enero de 1980, cuya huella sobre la sociedad, reclama con mayor urgencia el conocimiento público de la verdad, independientemente del sector a que pertenecieren en su caso” (art. 6).58
La Comisión para la Verdad para El Salvador de las Naciones Unidas, organizada bajo el mandato de los Acuerdos de Paz, elaboró su informe titulado “De la Locura a la Esperanza: La guerra de 12 años en El Salvador” entre 1992-93 en el que publicó los resultados de la investigación de los hechos ocurridos entre 1980 y julio de 1991.59
Como reacción adversa al informe de la Comisión de la Verdad, la Asamblea Legislativa, aprobó la “Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz”, la cual “concede amnistía amplia, absoluta e incondicional a favor de todas las personas que en cualquier forma hayan participado en la comisión de delitos políticos, comunes conexos con éstos y en delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de veinte antes del primero de enero de mil novecientos noventa y dos, ya sea que contra dichas personas se hubiere dictado sentencia, se haya iniciado o no procedimiento por los mismos delitos, concediéndose esta gracia a todas las personas que hayan participado como autores inmediatos, mediatos o cómplices en los hechos delictivos antes referidos. La gracia de la amnistía se extiende a las personas a las que se refiere el artículo 6 de la Ley de Reconciliación Nacional” (art. 1); y al mismo tiempo establece la derogatoria de “todas las disposiciones que contraríen la presente ley, especialmente el Art. 6 y el último inciso del Art. 7, ambos de la Ley de Reconciliación Nacional, así como la interpretación auténtica de la primera de las disposiciones citadas” (art. 6). De esta manera, el proceso democrático en El Salvador descansa sobre un sistema de precario equilibrio desde que la Asamblea Legislativa decretara la Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz el 20 de marzo de 1993. Como resultado de esta amnistía, ningún responsable de los crímenes efectuados antes, durante y después de la guerra civil ha sido juzgado.

La larga historia del Café

Antes de que la exportación del café tomara gran importancia en los mercados europeos y norteamericanos, este grano se producía en pequeñas cantidades.

Para impulsar su producción, los gobiernos salvadoreños exentaron a particulares interesados en el cultivo de pago de impuestos y del servicio militar. Como incentivo a la producción cafetalera, el general liberal Gerardo Barrios transfirió en 1859 haciendas públicas.8 La primera modificación a la forma de propiedad se dictó en febrero de 1881 con la Ley de extensión de comunidades decretando la abolición de propiedad de tierras. De igual forma en 1882 las tierras ejidales son expropiadas.9 Aunque en 1872 el añil alcanzó el precio más alto en su historia, las exportaciones de café a California se duplicaron en 1877; de 5 381 sacos ascendieron a 10 545. En 1879 la exportación del café superó la del añil, representando el 48% de los ingresos totales del ramo de exportaciones.10 Los hacendados y oligarcas fueron concentrando la propiedad de la tierra11 y se fueron adueñando de la economía nacional. Liberales y conservadores pertenecían a este sector privilegiado y desde el poder hicieron transformaciones para su beneficio: reformación al sistema de tenencia de la tierra, liberación de la mano de obra y creación de cuerpos represivos. Con el despojo los campesinos se vieron obligados a vender su fuerza de trabajo en el campo, a migrar a las ciudades o a trabajar en las plantaciones bananeras en Honduras. Para reclutar, controlar y garantizar que la mano de obra no "escapara" de la región, se creó la Ley sobre jornaleros y de jueces agrícolas.12 En 1889 se creó la policía rural en los departamentos cafetaleros y en 1912 la Guardia Nacional.13 Esta última instancia va a jugar desde su creación un papel represivo a lo largo de la historia salvadoreña junto con la Guardia Civil.

Los principales interesados en el cultivo del café fueron el sector cafetalero y los migrantes europeos que arribaron al país entre 1869 y 1872 y fundaron compañías exportadoras, controlaron el mercado y parte de los créditos. Cuando en la segunda década del siglo XX los precios del café empezaron a declinar, el control quedó completamente en manos del sector cafetalero ya que los campesinos que aún no habían sido afectados por la Ley de expropiación, tuvieron que vender sus tierras comunales. El sector cafetalero además de poseer las tierras controlaba las distintas ramas económicas del país, era propietario de la banca. La modernización requería construir obras de infraestructura. En 1908 e construyeron vías ferroviarias para articular las zonas cafetaleras con el puerto de Acajutla. Para tener una rápida comunicación entre la zona oeste con el este del país15 se construyó sobre el río Lempa el "Puente de oro". Los financiamientos y las inversiones norteamericanas fueron desplazando a los ingleses. La alianza con la oligarquía y con la burguesía agrícola fue la política que los Estados Unidos siguió para expandir su dominio político y económico en la región.16 También se nota un crecimiento en la actividad artesanal y se incrementa el comercio interior. Es en esta época donde surgen las primeras organizaciones gremiales y sindicales, la Universidad Popular y el Partido Comunista Salvadoreño.

Golpes y dictaduras militares


Con la agudización de la crisis económica mundial de 1929 los precios del café sufrieron una fuerte decaída. Las haciendas cafetaleras disminuyeron la producción, generando desempleo masivo y empobrecimiento del campesino. La crisis y la cercanía a las elecciones presidenciales dio pie a que los afectados buscaran canales de expresión incitando a la movilización y a la organización popular. Arturo Araujo, accede al poder en 1931 por medio de las únicas elecciones libres que haya conocido el país.17 La crisis mundial y el descontento social al no ser cumplidas las demandas, fueron aprovechados por el grupo dominante más conservador para manipular. Un golpe militar lo destituyó y su lugar fue ocupado por el general Maximiliano Hernández Martínez que dura trece años. "Con él comienza una de las dictaduras más violentas que América Latina haya conocido y desde entonces los gobiernos militares se han sucedido hasta nuestros días."18 El desbordamiento popular en 1932 hubo debido a la cancelación de la segunda ronda electoral, en las que participa el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) provocó un desbordamiento popular. Obreros, campesinos, artesanos, estudiantes y profesionales se levantaron en armas para exigir el derrocamiento de la dictadura y mejores condiciones de vida. La insurrección fue brutalmente reprimida por la Guardia Nacional y por las organizaciones de la burguesía cafetalera llamadas Guardias Cívicas. Farabundo Martí, primer secretario general del PCS, es fusilado y se calcula que junto con él aproximadamente entre 30 a 40 mil campesinos sufrieron el mismo destino.


A partir de la masacre la represión aumentó; las organizaciones democráticas fueron destruidas casi en su totalidad, los partidos políticos fueron declarados ilegales, los canales de expresión clausurados, el movimiento de la población controlada mediante las "Cédulas de Defensa Patriótica Nacional". Además se crearon instancias represivas para "guardar" y vigilar el orden público, sellando así un pacto entre la oligarquía y la estructura militar. Las luchas del poder vinculadas directamente a los proyectos políticos se realizaron dentro del aparato de gobierno. Desde 1932 el aparato militar se instauró en el poder y las fuerzas armadas se fueron profesionalizando. Este periodo marcó también el inicio de la descomposición del grupo en el poder repartido entre dos sectores: los militares y la oligarquía cafetalera. La perspectiva de la oligarquía más conservadora estaba dirigida hacia el interior del país, se orientaba en mantener un capitalismo agrario basado en el control de la propiedad de la tierra. La otra tendencia se inclinaba de manera más favorable hacia los vínculos económicos militares fuera del país.20 Los conflictos dentro del ejército se repartieron entre la parte militar más conservadora y entre los jóvenes militares "rebeldes" que apoyaban ciertos cambios sociales bajo la dirección de las fuerzas armadas.21 Para impedir la reelección por tercera vez de Hernández Martínez un grupo de militares, representantes de los grupos medios y una fracción de la burguesía industrial, pactaron una alianza para sublevarse contra su gobierno. La sublevación cívico-militar del 2 de abril de 1944 fue controlada y algunos de sus principales dirigentes fueron fusilados. Seguido a este acto, grupos de estudiantes, obreros, artesanos y con el apoyo del sector terrateniente sostuvieron una huelga general de brazos caídos logrando paralizar casi todo el país y destituir a Hernández Martínez del mando el 7 de mayo de 1948. Los gobiernos que se sucedieron fueron impuestos por golpes militares o por fraudes electorales dando pie a una fase de lucha partidista en el poder. Asimismo se inicia la fase del desarrollo económico por parte de la burguesía industrial.

Terremoto del 86

El sismo del 13 de enero dejó un gran impacto en la cultura del país, iniciando con que la mayoría de daños se dieron en iglesias coloniales que habían soportado el gran número de sismos sufridos en la región en los últimos doscientos años. Según información del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte de El Salvador (CONCULTURA), al menos 28 iglesias coloniales, de las 90 existentes, sufrieron daños severos, incluyendo 6 que son consideradas monumentos nacionales, entre las cuales están: la catedral de Santa Ana y la iglesia de Santa Cruz de Roma, ubicada en Panchimalco. Por otro lado, en Santa Tecla, donde ocurrió la tragedia de las Colinas, el sismo afectó gravemente la sede de la Biblioteca Gallardo,  la mayor biblioteca privada de Centroamérica, abierta al público en 1948, la cual se desplomó completamente dejando entre sus escombros una enorme colección salvadoreña e importantes ejemplares como "Vues des Cordilléres" de Alexander von Humboldt, entre otros. La colección de esta biblioteca posee ediciones pertenecientes a los siglos XVIXVII y XVIII.

Efectos y consecuencias

El movimiento sísmico causó que varios edificios de la capital colapsaran o sufrieran daños significativos, un ejemplo de esto es el edificio Rubén Darío, símbolo de la tragedia, el cual abarcaba un área de casi una cuadra y rodeaba en parte al edificio Pacífico, que tuvo que ser demolido.
Otros edificios dañados fueron:
  • El edificio Dueñas, ubicado frente a la Plaza Gerardo Barrios
  • El Gran Hotel San Salvador
  • El edificio del Instituto Salvadoreño del Café
  • El edificio Tazumal
  • El Hospital Nacional de niños Benjamín Bloom, en el cual se registró un único fallecido, el cual murió al fallar el aparato respirador
  • La Biblioteca Nacional y el Ministerio de Educación
  • Los ministerios de Hacienda, Planificación, Trabajo, Agricultura y Ganadería y la sede de la Dirección General de Correos
  • El edificio Rodríguez Ruiz
  • El edificio de la compañía Tropigás
  • El edificio Torre López, en cuyo sótano funcionaba el cine Izalco
  • El edificio CEFESA
  • La Universidad de El Salvador en diversos edificios
  • El colegio Externado de San José
  • El monumento al Divino Salvador del Mundo
  • La Catedral Metropolitana de San Salvador
  • La escuela Santa Catalina, donde murieron 41 niñas y 1 niño
  • El hospital general del Instituto Salvadoreño del Seguro Social
Aparte de los edificios del centro, hubo considerables daños en los barrios San Jacinto, La Vega, Candelaria, y especialmente el barrio Santa Anita, el cual quedó reducido a escombros casi en su totalidad.
Los habitantes del reparto Santa Marta quedaron incomunicados al hundirse la principal calle de acceso. En este lugar también hubo daños considerables a las casas.
En la zona norte de la capital, los daños no fueron tan severos, sin embargo algunos edificios de la llamada Súper Manzana Zacamil colapsaron.
El terremoto causó que más del 90 % del sistema de salud quedara dañado.
Muchos escenarios deportivos resultaron seriamente dañados, entre estos tenemos:
  • El Monumental Estadio Cuscatlán,
  • El Estadio Flor Blanca (hoy Jorge "Mágico" González)
  • El Palacio de los Deportes (ahora denominado Carlos "El Famoso" Hernández)
Los muertos se calcularon en cerca de 1500. Solo en el edificio Rubén Darío se calcula que murieron 500 personas. Cien mil personas resultaron damnificadas y los daños materiales se calculan en 1,5 millardos de dólares


terremotos en El Salvador de 2001

Los terremotos en El Salvador de 2001 fueron dos fuertes movimientos telúricos que se registraron en El Salvador el 13 de enero y el 13 de febrero de 2001.
En el año 2001, El Salvador sufrió dos terremotos con un mes de diferencia entre ellos, el primero se dio el sábado 13 de enero a las 11:34 a. m. y el segundo el martes 13 de febrero. Dichos sismos afectaron gravemente varios departamentos de la república, trayendo consigo destrucción y pérdidas humanas, siendo el principal símbolo de estas últimas, el alud de tierra que acabó con la vida de cientos de salvadoreños en la Colonia "Las Colinas", hecho ocurrido en el primero de los terremotos. Se estima que la cifra total de fallecidos para ambos terremotos ascendió a 1259. En el plano económico, El Salvador sufrió pérdidas estimadas de 1603,8 millones de dólares, producto de pérdidas en exportaciones, daños materiales y daños ambientales. De igual manera, ambos sismos generaron graves pérdidas culturales, debido a la destrucción total o parcial de monumentos nacionales de gran valor para la historia nacional.
A las 11:33 hora local (17:33 UTC) del sábado 13 de enero de 2001, un sismo con una magnitud de 7,7 Mw y una duración de 45 segundos, ocurrido en las costas salvadoreñas, provocó una gran destrucción, principalmente en 172 de los 262 municipios del país, entre los cuales pueden mencionarse: Santa Ana, Jayaque, Comasagua, Nueva San Salvador, San Vicente y San Agustín. Ha sido el más fuerte que ha azotado al país después del ocurrido el 10 de octubre de 1986 provocando un grave daño humano, económico y social a El Salvador.
La sacudida fue equivalente a detonar 160 millones de toneladas de dinamita. La causa del sismo fue el proceso de acomodación de las placas tectónicas "Cocos" y "Caribe", un fenómeno llamado subducción,  y cuyo epicentro estuvo localizado en el océano Pacífico, específicamente a 100 kilómetros de la ciudad de San Miguel. El hipocentro estaba a una profundidad aproximada de 39 kilómetros.
El sismo del 13 de enero dejó un gran impacto en la cultura del país, iniciando con que la mayoría de daños se dieron en iglesias coloniales que habían soportado el gran número de sismos sufridos en la región en los últimos doscientos años. Según información del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte de El Salvador (CONCULTURA), al menos 28 iglesias coloniales, de las 90 existentes, sufrieron daños severos, incluyendo 6 que son consideradas monumentos nacionales, entre las cuales están: la catedral de Santa Ana y la iglesia de Santa Cruz de Roma, ubicada en Panchimalco. Por otro lado, en Santa Tecla, donde ocurrió la tragedia de las Colinas, el sismo afectó gravemente la sede de la Biblioteca Gallardo,  la mayor biblioteca privada de Centroamérica, abierta al público en 1948, la cual se desplomó completamente dejando entre sus escombros una enorme colección salvadoreña e importantes ejemplares como "Vues des Cordilléres" de Alexander von Humboldt, entre otros. La colección de esta biblioteca posee ediciones pertenecientes a los siglos XVIXVII y XVIII.